Los hombres, sí, los hombres en todas partes son siempre iguales. Lo que quieren de una mujer es sólo belleza y cuerpo. Es asqueroso, por eso odio a los hombres, si no fuera por su dinero y el sentimiento de orgullo porque también puedo salir con muchos hombres, parece que hubiera elegido vivir sola hace mucho tiempo. 

"Tch... ¡es tan largo! ¿Qué estaba haciendo ese bastardo para llegar tan tarde?" Maldije molesto, hasta el punto en que accidentalmente pateé la lata vacía frente a mí para expresar mi enojo.

Me sentí estúpida, aunque ya sabía que la costumbre de los hombres era que cada vez que tenían una cita, seguían durmiendo y fingiendo que vendrían pronto. Aunque mi dulce boca haya dicho "Sí, ¿está bien, cariño?" Fácilmente para Steven, mi corazón podrido todavía se enoja cada vez que lo espero. 

"¡Jennie...!" Gritó el bastardo mientras agitaba su mano al otro lado de la calle. Corrió hacia mí con su encantador y robusto cuerpo. Mis ojos se abrieron cuando sus brazos musculosos eran claramente visibles debajo de su camiseta ajustada. Realmente sexy, solo mirar su hermoso rostro hace que mi corazón se acelere.

M*****a sea, me pone cachonda. No, no, pero quiero más su dinero. Es el hijo del director ejecutivo de una empresa inmobiliaria muy rica y definitivamente me invitó a salir hoy porque está interesado en mí.

Steven caminó orgulloso hacia mí. La ajustada camiseta blanca que llevaba delineaba los músculos perfectos de su cuerpo. De verdad, no puedo dejar pasar esta hermosa oportunidad ni por un momento. Muy bien, solo necesito contenerme un poco antes de que sirvan el delicioso plato en el momento adecuado. Rico y guapo, es el hombre que quiero.