Capítulo 28: Tu cobardía me avergüenza.
Enzo sabía que Riccardo no dudaría en hacer cualquier cosa para proteger a Demie. Con ayudarla a engañarlo sobre su embarazo, lo tenía más que comprobado.
-Antes de que sigas aquí montando un escándalo que solo servirá para asustar a mi ahijado. Te pido por favor que me acompañes al despacho. Necesitamos hablar. -pidió Riccardo con cansancio y buscando ser lo más amable posible. Aquella situación era muy delicada y solo él podía intervenir.
-¿Podré ver a mi hijo después? -preguntó Enzo.
-Será tu decisión una vez que me escuches. -contestó Riccardo señalando el camino, aunque Enzo se lo sabía de memoria.
Sabrina tomó a Riccardo de la mano, mirándolo con preocupación.
-Por favor, no vayas a estresarte. Te necesitamos bien y recuperado. -rogó Sabrina, y Riccardo pasó la mano por su pancita con cariño.
En el despacho Riccardo soltó su pistola encima del escritorio e invitó a Enzo a hacer lo mismo, que lo hizo sin protestar.
Riccardo no pensaba darle vueltas sobre aquel asunto, así que fue