Shelly parecía haber llegado a un punto en el que se resistía a contar su pasado. Su voz, gruesa y tensa, se había roto en una serie de graznidos ininteligibles que complementaban la angustia en su rostro.
Mark apretó los dedos en puños y apretó los dientes. "Continua."
Shelly esperó, dejando pasar la peor parte de su confusión emocional, antes de continuar.
Después de que terminó el parto, echó un vistazo a su bebé.
En un instante, toda la repulsión y el sentimiento de contaminación la abandonaron por completo. Las mujeres pueden experimentar un profundo cambio de corazón en el momento en que reclaman la maternidad, y Shelly emergió de su experiencia como una madre que no podía soportar separarse de su hijo.
De repente, se negó a permitir que su hermana se llevara a su hijo.
Para detener los acontecimientos no deseados de este incidente, la hermana de Shelly se llevó al bebé a casa al día siguiente. Luego, el bebé fue bautizado como Mark Tremont.
Shelly nunca había imaginado qu