— Una pregunta, Mike — miro la botella con detalle.
— Habla…
— ¿La tienes? — pregunto curioso, suspira.
— La tenemos, jefe — sonrío feliz por un momento.
— Haz hecho un buen trabajo, espero que no le hayas hecho algún rasguño — cuelgo bebiendo de la botella, miro el techo de mi despacho mientras el sol sale haciendo que los rayos de luz choquen junto a mi rostro.
Cierro los ojos por un momento y puedo verla caminar hacia mí, estamos en mi despacho, puedo sentir su olor y sus caricias hasta su respiración chocar contra mis labios, sin evitarlo la beso sintiendo un dulce sabor a pesar de que odie los dulces, su sabor me encanta. La tomo de las caderas y sin darme cuenta esta en ropa interior frente a mí.
— Aslan… — susurra en mi oído — Aslan… — vuelve a llamarme — ¡As