La mañana recibe a la familia Miller y Grant con un ambiente pesado por la disputa de la noche anterior.
Los hermanos Erick y Patrick se encuentran junto a su madre en la cocina mientras toman el desayuno de la mañana.
- ¿Ya estás un poco más calmada, madre? - pregunta Erick.
- No he podido dormir bien en toda la noche. - dice Vilma frotándose el rostro.
- ¿Qué se supone que haremos? - le pregunta Erick a su hermano. - ¿Hasta cuándo piensas reaccionar y hacer algo al respecto o seguiremos permitiendo que sigan haciendo lo que se les venga en gana?
- Mi padre tuvo razones sólidas para hacer lo que hizo. - dijo Patrick.
- ¿Por qué sigues defendiéndolo? - se altera Vilma. - Él ni siquiera lleva tu sangre.
Patrick se tensa al instante al oír eso, guardando silencio.
Vilma se percata tarde que cometió un error.
- Lo siento, yo... - se entrecorta - no quise decir eso, solo estoy muy intranquila por todo lo que nos está pasando.
Se echa a llorar.
- Será mejor que me vaya. - dice Patrick ret