-¿Tú no saludas?- exclamó Ivan enarcando una ceja mientras una sonrisa ladeada aparecía en su rostro.
Clara puso los ojos en blanco antes de exclamar de forma burlona.
-Buenos días señor White.- Luego se levantó de su asiento y tomó lo que había sobrado del desayuno para dejarlo en la cocina.
-¿A dónde vas?- preguntó el joven quien había comenzado a irritarse por el desinterés de la joven.
-Ya me iba antes de que llegaras.-
La castaña intentó alejarse de él, pero la tomó de su antebrazo y comenzó a arrastrarla fuera de allí.
-¡Me está comenzando a irritar que siempre hagas lo mismo!- chilló mientras era sacada del comedor bajo la mirada atónita de todos.
-Ven a desayunar conmigo- murmuró con la voz ronca de recién levantado.
Clara no dijo nada, prefirió seguir manteniendo su cara de fastidio y sus gruñidos para tratar de hundir en lo profundo de su ser el nerviosismo que le generaba esa voz vibrante y esa mano firme rodeando su brazo con tanta facilidad.
Ivan finalmente la soltó cuand