Antes de que ella pudiera responder la pequeña Zoe empezó a llorar con fuerza, incrementando los nervios en Aitana, que se apresuró a amamantarla para que dejara de llorar y sorprendiendo a las dos personas que estaban afuera de la puerta y habían alcanzado a escuchar el corto llanto de la bebé.
Dominic frunció el ceño desconcertado, preguntándose si había escuchado bien, si algo así era posible o su mente le estaba jugando una mala pasada, pero al recordar lo que había sentido antes y los cambios en ella, una gran duda se instaló en su cabeza y al ver que Bastian alzaba la cabeza para mirarlo como buscando respuestas, supo que su hijo también lo había escuchado..
— Mi príncipe en este momento estoy ocupada, bajaré en unos minutos a desayunar contigo, adelántate tú. — Dijo Aitana nerviosa y el ceño de Dominic se frunció aún más, sabiendo lo extraño que era esto, porque aunque Aitana había cambiado con él, ella seguía amando a Bastian con todo su corazón y después de haber pasado ta