Llego a mi casa extasiado por el sabor de sus labios, por el aroma de su perfume y por toda ella en sí. Tomo asiento en el sofá, hecho mi cabeza hacia atrás en el respaldar y miro al techo buscando sus ojos en este 《¿tan idiotizado estoy por ella?》
—Hijo, ¿Qué te sucede? — Me pregunta mi madre sorprendiéndome al entrar por la puerta del jardín que había dejado abierta.
—Hola madre. — La saludo volviendo a sentarme correctamente en el sofá.
—¿Y esa cara? — Pregunta con una enorme sonrisa.
—¿Qué tengo? — Respondo haciéndome el que no entiende.
—Hijo... te conozco bien, tienes cara de enamorado. — Me dice entre risas.
《¿Habrá alguna vez que pueda ocultarle algo a ella?》
—Eh madre... — Murmuro y es que no sé bien que decirle.
—Con eso me