En la tina dispuesta para la Axiana, tomó el ritual que tantas veces otro había hecho para ella, vertió los frascos de esencia en el agua, activó los hidrochorros, se sumergió y vio el espectáculo de la mezcla de multitud de colores de cada esencia con el fondo fulgurante rojo vivo, que le brindaba calor al agua.
- Ahhhh... que espectáculo.... Siempre disfruto esto tanto.... Lástima que sea la última vez...
Fueron las palabras de Agna