Capítulo 11. Conversaciones Etéreas.

La respuesta de Agna a los planteamientos de Los Ojos fue un misterio. Una de las propiedades de la cámara de aislamiento psíquico del cuartel de los psico-detectives de Axius es que impiden que se pueda detectar lo dicho o pensado en ese espacio, incluso tan fuerte es el sello del lugar y en particular lo que hacen Los Ojos, que incluso los recuerdos de aquello se hacen inaccesible para cualquier mortal fuera del cuarto.

La Dama de la Nada, Gise Hele, no va a ser ajena a lo conversado en aquel cuarto, sin embargo no es la única interesada en aquella conversación. Imgram comienza a mover sus hilos, el interrogatorio a Lord Zaag fue esc

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