56 - Mata a sus amigos.
La niña no tenía nombre, y Holly no tenía idea de cuál elegir, entre su lista larga. Mientras la bebé dormía en su cunero, y su abuela velaba sus sueños, la joven médica optó por bajar a buscar a su esposo; sin embargo, se detuvo cuando escuchó que se encontraba conversando en su despacho con su padre.
— Me siento débil, y mis enemigos se aprovechan de eso. Holly es mi mundo entero, señor Brusquetti y créeme que daría mi vida por ella. Ella ha visto la peor versión de mí, y aun así está a mi lado, pero sé muy en el fondo, que no me quiere de esa forma.
—Te contiene.
— Sí — susurró en respuesta —. Pondría el mundo a sus pies sin importarme qué; pero, no puedo dejar de ser quien soy, mucho menos cuando han lastimado a lo único que me ha mantenido cuerdo todos estos años.
— Habla con ella, explícale lo que sientes. Sé lo que es estar en un laberinto; yo pasé por algo similar. Estar con su madre fue muy difícil, una historia sangrienta, manipulable y llena de peligro, pero lo logramos