Después de ese curioso incidente de ese día, las cosas estuvieron tranquilas el resto de la semana, demasiado tranquilas y eso inquietaba un poco a Lisandro, pero sabía que eso era normal porque ellos así actuaban: buscando el momento de debilidad para atacar y causar más daño, aunque no estaba preocupado por eso porque estaba preparado e igual agradecía que Raúl ya no regreso a trabajar desde el día que se perdió esa carpeta, lo que significaba que era obvio que solo fue a la empresa a ver que robaba.
Justo ese día era viernes por la tarde, último día de labores de la semana y en esos momentos Lisandro recién salía de una junta con sus publicistas
- Dios… que bueno que ya es viernes – dijo Jonathan estirándose un poco, ya que su cuerpo estaba un poco adolorido porque llevaban como 4 horas sentados – creí que nunca acabaría.
- Jeje, pero ya es el final amigo – dijo Lisandro igual estirándose un poco – lo hicimos.
- Eso sí, ya con esto la otra semana se empezará con el rodaje de los co