De pronto comenzó a llover, el frente frío número quince al acecho. Es extraño que llueva en invierno.
-No te vas a ir en la moto con esa lluvia-agregó Luz.
-¿Quieres que me quede?
-¿Te quieres quedar?
-Preferiría estar en mi casa tomando chocolate caliente y viendo televisión.
-Entonces te pido un taxi.
Le sonreí, se estaba poniendo interesante la noche.
-Luz, ¿me puedo quedar? –le supliqué… no solo por estar con ella, en realidad el regreso a mi casa sería un martirio con aquella tormenta…
&nb