Trago saliva. Y de nuevo, no me siento lista para la etapa en que se comienzan a cuestionar por qué no hay un padre en sus vidas y solo tíos y abuelos.
—Eso no es posible, cariño, pero sabes que el doctor Harris te adora —contesto.
—Yo no quiero papá —dice Jack—. Tenemos al tío Ethan.
—No quiero un