— No soy de nadie, esto solamente fue un buen polvo - Respondió Diana levantándose, pero sus brazos fueron sostenidas por las manos del Coronel.
— ¿Estás segura? - Benjamín la escudriña con la mirada como si de balas se trataran traspasando su piel.
— Muy segura— Diana se soltó del agarre - No le pertenezco a nadie - La mujer empezó a vestirse, pero antes de salir había dejado 50 dólares por encima de la mesa de Villar.— Es lo que vale tus servicios hoy.
— ¡Diana Santos!.— Rugió enojado el Coronel— ¿A qué estás jugando? - El hombre había logrado inmovilizar el cuerpo de la mujer por la pared posando ambas manos a la altura de la cabeza de Diana.
— A nada - Diana hizo el intento de salir, pero aquello fue imposible - Déjame ir Benjamín - La mujer le había provocado un pinchazo en el abdomen.
— Diana - Volvió a expresar el Coronel.
— ¿Qué quieres, Joder?.— Diana estaba a punto de sacar su mal Genio - ¿Quieres que te diga que soy tuya? - Diana sonrió a medias - No Benjamín, lo tuyo y lo