Me desperté y tenía a mi mujer dormida en mi pecho, estaba demasiado feliz, no tienen idea de cuánto había ansiado este momento, ahora sí puedo decir que es mía. Me encantó saber que fui el primer hombre en su vida, cuando me case puedo decir literalmente que mi esposa ha sido solo mía… Esta fue una grata sorpresa porque nunca pensé que ella fuera virgen, la acomodé con cuidado en la cama porque necesitaba llamar a mi relacionista público, para que hiciera el anuncio de nuestro compromiso, así que me levanté y tomé mi teléfono.
—hola, señor Fernando.
—hola, Alfredo, me he comprometido con mi novia, quiero que esa noticia esté rodando por el mundo, nos casaremos la próxima semana.
—¡felicidades, señor! En 10 minutos la noticia estará en todas las redes sociales.
—Gracias, ahora te dejo que estoy ocupado… Me quedé como tonto observando a Esmeralda, mi mujer desnuda era una obra de arte moría de ganas por despertarla y hacerle amor, pero debe estar lastimada porque lo hicimos varias vece