Todos los demás también lo miraron.
Él gruñó. —Es su historia la que debe contar—.
—Está inconsciente en un hospital, —dijo James, tan agotado como su hermano—. Su privacidad ya no vale nada.
Mi lobo gruñó por dentro.
Quería que su privacidad importara.
Pero James tenía razón. Lo más importante era que se recuperara. Ya sabíamos qué hacer a partir de ahí. Ya llevaba demasiado tiempo débil e inconsciente. Casi un día entero.
Logan dejó escapar un suspiro lento y profundo. Sabía que había estado manteniendo a su familia al tanto del estado de ella. Sus padres y Silas. Ninguno había intentado visitarla, así que sabía que estaban al tanto de este secreto. Debió de decirles que se alejaran, asumiendo que los mataría por ocultármelo.
Yo no lo haría.
Yo también lo habría mantenido en secreto si hubiera estado al tanto. Dejar que la ciudad supiera lo que podía hacer era arriesgar su vida, y no lo habría corrido por mucho que pudiera significar para los demás.
¿Por qué ella no lo sabía?
Logan