CAPITULO 76
Kenia lanzó el bello ramo de rosas que le envío Mariano desde la ventana de su oficina, que eran 6 pisos.
— No quiero nada de ti, entiende que nosotros nos vamos a divorciar, ya no creo en ti — Kenia no quería que Mariano intentara engañarla de nuevo.
—¡¿Porque no entiendes que te amo?!— Mariano lanza un grito desesperado mientras se acerca a Kenia, la toma de los brazos y la besa a la fuerza.
Los besos son intensos, Kenia se deja llevar hasta el sofá de cuero de su oficina y cae mientras Mariano se va quitando el saco y desabotona su camisa.
Kenia quiere, desea hacer el amor con el, abre las piernas, necesita de su virilidad, pero la imagen de Laura de nuevo llega a su cabeza, esa imagen se le mete como un odio que no puede controlar.
— No, alejate de mi — Kenia lo empuja.
— Los dos deseamos esto, los dos queremos esto — El intenta besarla pero ella le da un golpe con la mano abierta en la boca, para alejarlo para que le quede claro que no la besara.
— Cuando me tocas, si