CAPITULO 28
Kenia le dió un fuerte empujón, abrió los ojos sin entender que pasaba con el, desde el primer momento vio su coqueteo pero nunca imagino que se atreviera a darle un beso.
— No te me vuelvas a acercar — ella lo miró con rabia y con la fuerza y seguridad, no iba permitir que nadie pasará por encima de ella.
— Tenía que hacerlo, quiero dejar las cosas claras entre nosotros — Pedro quería que ella se diese cuenta de sus intenciones amorosas.
Quizas era la falta de amor que durante estos años lo había unido a su esposa, solo estaba a su lado por ego, por rabia y machismo.
Por ser mejor que su hermano, y por este motivo no había dicho nada de su hija, nunca iba a permitir que se enterase que era Kenia.
Kenia de nuevo le pidio que se fuera de su casa, no quería verlo más y le dejo claro que la sociedad que habían montado estaba acabada.
Las manos de ella temblaban, el corazón parecía que se le iba a salir y lo peor era la incertidumbre.
Mauricio la Cito en un restaurante, quería