Ella había nacido en la ciudad de Apodaca, Nuevo León, y había quedado huérfana de madre desde su nacimiento.
Nadia, su madre, había muerto por complicaciones durante el parto, y Lucía, inconscientemente, se sentía responsable de su muerte.
Su padre la había dejado desde ese entonces a cargo de Martha, su nana, pues el trabajo de él no le permitía cuidar de ella por el día.
Unos años después él había vuelto a contraer nupcias y últimamente se encontraba viviendo junto a su nueva pareja, en los Estados Unidos de América.
Lucía, junto con su nana, se trasladó a vivir a la ciudad de Monterrey para ingresar a la Facultad. Ellas vivían en