Valentina, una joven con un pasado lleno de sombras, asiste a una fiesta que promete ser inolvidable. Sin embargo, lo que comienza como una noche de diversión se convierte en una pesadilla cuando es drogada y despierta en los brazos de un hombre desconocido. Con recuerdos fragmentados de una noche apasionada, Valentina se encuentra atrapada en un torbellino de emociones y secretos. El misterioso hombre, un carismático empresario, le propone matrimonio, desatando una serie de eventos que pondrán a prueba su fortaleza y su capacidad para confiar. ¿Podrá Valentina descubrir la verdad detrás de esa noche y encontrar el amor en medio del caos?
Leer másEl ambiente se tornaba más tenso con cada ves que transcurría, y las voces se volvían cada vez más intensas, provocando en Valentina un dolor de cabeza agudo. De repente, comenzó a notar que su cuerpo se calentaba y sentía una temperatura elevada. Intentó ajustar sus prendas, pero la sensación de incomodidad aumentaba progresivamente. No comprendía lo que le estaba sucediendo, ya que hacía solo unos minutos se encontraba bastante bien, antes de haber consumido la bebida de frutas que su hermana le había traído.
Sentía que su grupo de amigos se reía a carcajadas a su alrededor, mientras comenzaba a experimentar una visión doble que le dificultaba mantenerse en pie. Decidió caminar en busca de un lugar donde pudiera descansar. La discoteca era inmensa, y terminó cayendo en una de las áreas VIP, reservadas para personas de alto estatus. Su visión se tornaba cada vez más borrosa, y le resultaba difícil enfocar. De repente, sin darse cuenta, chocó contra un hombre. No podía distinguirlo con claridad, pero su aroma la cautivó. _ Ayúdame _, susurró con una voz apenas audible _, me siento abrumada por el calor. Su respiración se intensificaba y su cuerpo mostraba una creciente excitación. Ella rodeó el cuello del hombre con sus brazos y lo atrajo hacia sí, iniciando un beso que él correspondió sin resistencia. Este beso condujo a momentos más apasionados; él la alzó en brazos y se dirigió a una habitación, donde la depositó suavemente sobre la cama. _ Estas segura de querer hacer esto _ le susurró el al oído con una voz bastante grave La joven, en respuesta, se limitó a corresponder con un beso. Las prendas comenzaron a caer, esparciéndose por el suelo. Él recorrió su cuerpo con delicadeza, besando cada parte. Valentina reflejaba sus acciones, y sus movimientos, a la vez suaves y apasionados, pronto fueron acompañados por suaves gemidos que llenaron la habitación. _ No te detengas _ exigió con una voz apenas audible. Tras esas palabras, la noche se desvaneció ante ellos y la mañana hizo su aparición. La habitación estaba impregnada de una tranquilidad notable, y Valentina comenzaba a despertar, sintiendo un fuerte dolor de cabeza y malestares agudos por todo su cuerpo. Al observar con claridad su entorno, se dio cuenta de que no se encontraba en su hogar, ya que aquella habitación era demasiado lujosa para ser la suya. Sus ojos recorrieron las sábanas blancas que la envolvían. Al incorporarse, notó su cuerpo desnudo, sin vestimenta alguna, y una mancha de sangre en la cama. De inmediato, sintió una tensión en su cuerpo, y las preguntas comenzaron a resonar en su mente: ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué estoy desnuda? Al girar la cabeza, se dio cuenta de que un hombre corpulento dormía a su lado. Sin poder contenerse, sus labios se movieron involuntariamente. _ Aaaah. Aquel hombre, al escuchar el grito, no pudo evitar despertar. Frotándose los ojos, dirigió su mirada hacia ella, observando detenidamente cómo la castaña cubría su rostro con la manta. _ Buenos días, my lady _ dijo mientras la contemplaba. Valentina bajó la manta ligeramente y lo miró, sorprendida por su calma tras lo sucedido la noche anterior. _ ¿Qué ocurrió anoche? ¿Qué me hiciste? _ preguntó, anhelando una respuesta. Él se acercó a ella, retiró suavemente un mechón de su cabello detrás de la oreja y le sonrió de manera sutil mientras observaba su rostro nervioso, lo cual le provocó una sensación de ternura. _ La pregunta es, ¿qué me hiciste tú anoche? _ dijo él. Valentina se sentía confundida, ya que no recordaba nada de lo sucedido la noche anterior; sus recuerdos eran vagos y no podía traer a la mente ningún detalle. _ ¿Acaso no lo recuerdas? _ preguntó _. Bueno, déjame aclarártelo: anoche entraste a mi suite privada y te abalanzaste sobre mí. _ Estás mintiendo. _ ¿Por qué mentiría sobre algo así? _ preguntó él. __ Las cámaras pueden confirmarlo, al igual que los guardias de seguridad. La joven se levantó de la cama, cubierta por las largas sábanas, mientras buscaba sus prendas sin poder encontrarlas en ninguna parte de la habitación, lo que llevó al chico a mirarla con confusión. _ ¿Qué buscas? _ indagó. _ Mi ropa _ respondió ella sin mirarlo. _ La he mandado a desechar. En unos minutos te traerán ropa nueva. Valentina se acercó a él, lo miró fijamente y, señalándolo con el dedo, exclamó: _ ¿Por qué hiciste eso? No tenías ningún derecho para actuar sin mi consentimiento. El joven tomó su mano y la acercó a él, sus labios estaban lo suficientemente cerca como para que pudiera sentir la intensidad de su respiración, mientras su corazón latía aceleradamente. _ ¿No fue eso lo mismo que hiciste tú? Entonces estamos a mano _ dijo, pero sus palabras fueron interrumpidas por los timbrazos en la puerta. De inmediato, ambos se separaron y el chico le indicó que pasara. Depositando la ropa sobre la cama, rápidamente se marcharon. Valentina tomó la ropa y se dirigió a la ducha. Después de unos minutos, salió con la ropa puesta. El hombre tomó su celular y lo guardó en su cartera. _ ¿Te vas ya? _ le preguntó. _ Sí _ respondió ella, sin mostrar ninguna expresión. Después de eso, comenzó a avanzar con pasos cortos hacia la puerta. Al presenciar esto, el hombre se levantó de la cama de inmediato, dejando caer la sábana al suelo y exponiendo su cuerpo desnudo. Se dirigió lo más rápido que pudo hacia Valentina y la abrazó por la espalda, mientras su mano se movía hacia la manecilla de la puerta. Ante este gesto, Valentina se sobresaltó. Sin embargo, después de esto, él acercó su rostro a la oreja de la chica y, con una voz grave y seductora, le dijo: _ No puedes irte así, dejándome atrás después de haber tomado mi virginidad. No puedo permitir que eso suceda, así que ahora tienes que asumir la responsabilidad por mí.Valentina se encontraba inmersa en un torbellino de pensamientos que la mantenían prisionera en su propio mundo interior, reflexionando sobre sus preocupaciones y anhelos. De repente, su atención se vio interrumpida por una voz familiar que la llamaba desde un automóvil que había parado su marcha justo en frente de ella. Intrigada, levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de su amigo Javier, quien se encontraba al volante. Desde su asiento, Javier le dedicaba una radiante sonrisa que iluminaba su rostro, llenando el aire de una calidez reconfortante que hizo que Valentina olvidara, por un momento, las inquietudes que la atormentaban. _ ¡Valentina! ¿Te gustaría que te ofreciera un aventón? _ preguntó Javier, esbozando una sonrisa cálida y amigable que iluminaba su rostro. Valentina sintió una oleada de alivio inmediato al reconocer la figura de su amigo a lo lejos. La ansiedad que la había estado atormentando se desvaneció en un instante. Sin pensarlo
Valentina cerró los ojos durante un instante, dejándose llevar por una profunda sensación de gratitud y amor que la rodeaba, como una cálida manta que la abrazaba con suavidad. En ese breve momento de introspección, dejó que esos sentimientos la inundaran, a medida que inhalaba lentamente, llenando su ser de una paz reconfortante. Cada latido de su corazón parecía resonar con la alegría de los recuerdos y las conexiones que había cultivado, sumergiéndose en la dulzura de esos instantes que la hacían sentir tan viva y agradecida. La lluvia que caía del lado exterior había disminuido notablemente, hasta alcanzar un momento en el que parecía haber cesado casi por completo. En el ambiente, solo persistía un leve murmullo, un delicado susurro que se entrelazaba con los sonidos naturales que lo rodeaban. Esta combinación generaba una atmósfera de profunda tranquilidad y serenidad, como si el mundo hubiera encontrado un respiro momentáneo en medio de la rutina diaria. Cada gota q
Las dos mujeres se quedaron en completo silencio durante un breve periodo de tiempo, disfrutando de la placentera compañía que cada una le brindaba a la otra. En ese instante, sentían cómo se había creado un lazo especial entre ellas, una conexión que parecía más profunda de lo que habrían anticipado. Mientras tanto, el café que Sara había dejado sobre la mesa comenzaba a enfriarse poco a poco, pero ella no parecía darse cuenta de ello; estaba completamente entregada a la experiencia del momento, sumida en sus pensamientos y emociones, y no prestaba atención al tiempo que pasaba. Valentina, manteniendo su mano sobre la de su tía, tomó una profunda respiración y, sintiendo que el momento era propicio, decidió interrumpir el pesado silencio que envolvía la habitación. Había una pregunta que había estado persiguiéndola en sus pensamientos, una inquietud que necesitaba aclarar. Con una mezcla de nerviosismo y determinación, se dispuso a formular su duda, buscando las palabras
Valentina dejó caer la muñeca de Sofía de manera abrupta, realizando un gesto repentino que la llevó a retroceder un paso. Sus ojos permanecían fijos en la figura de Sofía, reflejando una mezcla de emociones intensas. La atmósfera que las rodeaba estaba cargada de una tensión evidente, como si cada segundo se hubiera congelado en ese momento, haciéndolo aún más significativo y cargado de significado. Sofía, al recuperar poco a poco su estabilidad, se llevó la mano a la muñeca, frotándola suavemente en un intento de aliviar la aguda punzada de dolor que la sorprendió. La reacción de Valentina la había tomado desprevenida; nunca imaginó que Valentina pudiera responder con tal rapidez y contundencia. A pesar del malestar que aún sentía, Sofía no estaba dispuesta a rendirse ni a dar un paso atrás en esa situación. Su determinación era firme y estaba resuelta a mantener su posición. _ Tenía una gran cantidad de pensamientos y preocupaciones dando vueltas en mi mente,
A medida que la charla iba progresando, Valentina demostraba una gran determinación al sostener su postura, ignorando por completo las provocaciones que Sofía lanzaba en su dirección. La atmósfera que rodeaba a ambas era densa y cargada de un conflicto latente, casi como si se encontraran en un enfrentamiento donde cada una intentaba imponer su voluntad sobre la otra. La tensión era evidente, palpable en el aire, manifestándose en los gestos y la mirada de cada una, como si cada palabra pronunciada se convirtiera en una arma en esta sutil batalla verbal. Sofía, con una expresión de profunda indignación reflejada en su rostro, no estaba dispuesta a dar un paso atrás ni a ceder en su postura. Decidió cruzarse de brazos, un gesto que evidenciaba su firmeza y determinación. Sus ojos se clavaron en Valentina con intensidad, como si estuviera intentando penetrar en su mente para desentrañar los secretos y pensamientos que pudieran estar pasando por su cabeza en ese momento. La tensión ent
Valentina experimentó un profundo escalofrío que recorrió su espalda al escuchar las palabras pronunciadas por el líder del grupo. La idea de asistir a una reunión con el director ejecutivo de una empresa tan reconocida y respetada no era algo común, ni mucho menos habitual. Aún sosteniendo el sobre entre sus manos, se dio cuenta de que debía prepararse cuidadosamente para lo que estaba a punto de suceder. La emoción y el nerviosismo comenzaron a acumularse en su interior, mientras meditaba sobre la importancia de este encuentro y las oportunidades que podría traer consigo. Con determinación, se dispuso a organizar sus pensamientos y reunir toda la información necesaria para presentarse de la mejor manera posible._ Muchas gracias por la información _, respondió Valentina, esbozando una sonrisa amable. Sin embargo, en su mente, los pensamientos corrían a toda velocidad. Estaba intentando anticipar las posibles implicaciones que podría tener esa invitación que acab
Último capítulo