¿Mami? – le habló Gely –
¡mamá! – vamos con papá dijo Rossane –
¡hijas! ¡díganle que estoy ocupada! ¡Que el venga o se los entregue a ustedes!
¡si mami! – y salieron corriendo las niñas parando en el callejón –
¡Gely! Es divertido este juego jajajaj
¿Qué juego? – preguntó Gely confundida –
¡Ay Gely!, somos carteros, como el señor que pasa en la bicicleta, pero estamos corriendo. ¡vamos por los triciclos!; jijiji – con su vocecita dulce reía Rossane mientras le decía a su hermana –
¡Es cierto! Jijiji ¡Vamos! – dijo Gely riendo de igual manera mientras corrían adentro de la casa por sus transportes, para jugar al cartero –
De regreso ya montadas las dos en sus triciclos iban dando vueltas en el patio, para hacer su camino más largo y tocaban según ellas la campana donde avisaban que el cartero llegaba, sonido que solo hacían con su voz –
¡Papito! – llamo Gely –
¡pit pit! ¡pit pit! – hacía como sonido de clatson Rossane –
¿Qué sucede Princesa? – preguntó Josué –
¡pit pit! ¡pit pit! ¡pit