Capítulo LXXV: Reencuentro...
- Corres con suerte Radames, espero no tener que volver para arrestarte
- No veo porque tendría que hacerlo, yo soy un leal servido al rey Labarna jamás lo traicionaría “si como no, primero muerto antes que jurar lealtad a ese”
- Bien espero que si sabes algo de Amenemhat lo reportes – le da la espalda y sale con sus hombres
- ¡Por supuesto que lo hare mi señor! – cierra la puerta – alteza, ya puede salir – tocando tres veces la pared
Amenemhat sale de su escondite y se sienta en la cama – la verdad te estás jugando el pellejo al esconderme – acomodando su cabello
- Solo hago lo que el señor Khalfani me ha ordenado, alteza debo revisar su herida – Amenemhat se descubre el pecho y Radames retira el vendaje – es una fortuna alteza que la herida no fuera peor, por lo que veo fue cerca del corazón, muy cerca diría yo, puedo ver que esta sanando y no se ven signos de infección
- Es una fortuna, pero aún no puedo mover del todo el brazo – evidentemente molesto
- Bien eso es porque esta rese