Capítulo veintisiete
La bruja está aquí
*Adriano Di Lauro*
Me acuerdo de todos mis antepasados en cuanto reparo en la imagen frente a mí. La bruja está aquí. Pensé que me había deshecho de ella, pero no, ha regresado.
— Adriano, querido —aunque me trata con familiaridad, no hace ni el intento de acercarse. Al menos aun recuerda sus límites—. ¿Cómo estás?
— ¡Vivi! —mi llamado retumba en las paredes de la casa, provocando que la empleada aparezca de inmediato—. Acompaña a la señora Francesca a su habitación.
— ¿No piensas presentarnos, querido? —pregunta la anciana con el tono hipócrita que le caracteriza—. ¿Y tu esposa no va a presentarse ni darme la bienvenida? ¡Qué mala educación!
— Yo...
— Esta no es hora para bienvenidas —alego con tono cortante, interrumpiendo e