Así pasaron seis meses, Cloe recordó la fórmula para el cemento marmolado que tan cotizado era, Frank Moss se encargaba de la empresa con gran éxito, ya se había casado con la doctora María, Cloe fue su madrina de bodas, a Sofía la condenaron por cuarenta años de cárcel y Peter era perseguido por los acreedores que le habían jurado matarlo.

Ariel, el que llevó la bomba a la oficina de Cloe, se había convertido en la mano derecha de Frank en la empresa, Cloe decidió darle una oportunidad que le había sido negada por Peter años atrás y resultó ser la mejor contratación en muchos años.

Cloe desfilaba por las pasarelas de todo el mundo, haciendo que la empresa del doctor André obtuviera grandes ganancias, ella era la imagen no de una colección, sino de toda la marca de moda a nivel internacional.

Siempre era fotografiada del brazo de André o de otros hombres exitosos de la industria, aparte de los modelos que eran hombres que despertaban el deseo de cualquier mujer, pero Cloe estaba conce