ENZO
La adrenalina recorre todo mi torrente sanguíneo, y no puedo evitar sonreír ante los cuerpos desangrados que yacen a nuestro alrededor, hace años que no sentía esta felicidad de matar...
—Siento haberte embarrado en mis mierdas, Enzo —la voz melódica de Molly; la mujer que amé en el pasado, o al menos creí haberlo hecho, me mira con cautela y la entiendo.
—No te preocupes, son cosas que no se pueden evitar, tómalo como un favor a tu padre —respondo tomando una larga bocanada de aire puro.
—Gracias —finaliza.
Al igual que yo, ambos no tenemos ánimos de seguir juntos