"Patricio"
Dejé a Lisandra en el cuarto y fui hasta la cocina, le di instrucciones a Romano para que mandara al chofer a buscar el pastel de nueces y le pedí a Wanda que preparara algo para que comiera Lisandra.
—¿Está de vuelta, Patricio? —Wanda me miró con la sugerencia de una sonrisa.
—Sí, Wanda, está de vuelta y de aquí no sale más. —Mi sonrisa era grande y mi corazón latía hasta desacompasado en mi pecho, tanta era la emoción que estaba sintiendo por tenerla ahí otra vez.
Conversé con Wanda un poco más y cuando volví al cuarto Lisandra estaba de pie, frente al espejo del baño, peinándose el cabello. Estaba usando un vestido verde claro suelto y sin mangas y calzaba chancletas del mismo color del vestido. Me acerqué y la abracé, inspirando profundamente su olor.
—¡No te imaginas la falta que me haces! —Dije antes de darle un beso en el cuello y se volteó hacia mí.
—¡Yo también siento tu falta! Pero quedé tan lastimada. —Susurró.
—Lo sé. Y nunca más te sentirás así. Te lo pro