—Que mal, porque no se podrá — sonrió.
—Claro que si— se intenta acercar pero lo detengo.
—Acaso es usted bipolar Sr Licciardi.
—Te propongo algo Nicole— su mano viaja a mi mejilla pero así como llega la esquivo.
-¿What?
—Sexo. Ayer no pude sacarme de la cabeza tu cuerpo, tus labios y como gemías cada vez que te penetraba duramente— soy yo o hace calor aquí— todo tú me atrae. Se me resulta imposible no volverme adicto a ti— susurra lo último.
-No.
—Nicole tu respiración ahora es más pesada, anhelas tanto como yo un nuevo encuentro. ¿Por qué no darle a nuestro cuerpo lo que piden?
—Estos juegos no son mi fuerte.
—Admito que nunca que he estado en uno, la vida se trata de riesgos principessa— me acaricia la mejilla y esta vez no lo impido.— que dices.
—Tengo que pensarlo— asiente.
-Un día.
—Es muy poco tiempo.
—No creo aguantar más sin tocarte Nicole — susurra.
(……)
Un día ha pasado ¡un día! Y aun no tengo la respuesta para Leandro. Todo mi cuerpo quiere ser nuevamente pos