– ¿Jack?
¿Jack? ¿Jack lo llamo? ¿Cuándo intercambiaron números? ¿De qué me perdí? Me acerqué a Ryan para ver de qué se trataba. Él me miró de reojo y se alejó por el pasillo. – ¿Si? Sí, estoy con ella. En mi cabaña…
¿Por qué escapa? Algo me están escondiendo… lo seguí por el pasillo pero de inmediato cortó. Se puso frente a mí, desafiante. Tuve que estirar mi cuello para verlo a los ojos.
– ¿Qué acaso no sabes que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación? –preguntó, levantando una ceja.
–Sí, p-pero ¡Es Jack