AFRODITA FERRO
Cuando Christian me envió un mensaje para decirme que tenía un viaje de negocios me sentí en la gloria. Se que antes lo hubiera extrañado, pero ahora me da más paz tenerlo lejos, aunque mis sentimientos por el no han desaparecido.
He tenido tantas preocupaciones en la cabeza, que me dirigí al club, necesitaba bailar y despejar mi mente. Mis amigos parecen compartir más secretos entre ellos que conmigo y se que hay algo que no me están diciendo. Solamente espero que no sea nada malo ni referido a Christian.
Entré al club y noté que estaba sola. Revisé si el demonio estaba en su oficina, pero no estaba.
"-Al fin paz"- Exhalé el aire contenido y me dirigí de camino al cuarto número ocho
Entré y cerré la puerta, pero cuando comencé a bailar noté que se había abierto. Me sucedió lo mismo tres veces.
"-Joder con la condenada puerta. Tendré que pedir que la revisen"- Me quejé dirigiéndome por cuarta vez a cerrarla
Puse seguro y comencé a bailar con los ojos cerrados por mo