Voy caminando por el lobby de este hotel con su mano entrelazada en la mía, siento la mirada de los empleados sobre nosotros y como algunos murmuran a nuestro paso, pero honestamente no me importa nada. Nuestra relación se ha hecho tan publica desde el principio, que no hay nada que ocultar y esta sensación de libertad es una de las cosas que más me gusta junto a ella.
—Nene, ya regreso. Tengo que ir a firmar unos documentos, ¿Por qué no me esperas en el bar junto a la piscina y ya después nos vamos? — Me propone deteniéndose en medio del lobby.
—¿No quieres que vaya contigo? — Pregunto con una sonrisa de idiota enamorado que me delata.
Ella se para enfrente de mí, lleva sus manos por encima de mis hombros y atrapa mi nuca entre sus brazos al entrelazar sus manos. —Te ves tan guapo así todo enamorado... — Dice con una amplia sonrisa que aumenta esa so