Ciara Haslye
Mi vida de la nada dió un giro drástico.
Ya no tenía trabajo.
Y estaba secuestrada en una casa gigante por dos hombres y uno de ellos parecia odiarme.
Draben era un idiota, las veces en las que nos veíamos siempre peleabamos y siempre era por su culpa, el muy malnacido se había esforzado en hacerme la vida imposible.
En cambio su hermano, parecía ser un caballero, me negaba a aceptar lo que estaba sintiendo porque ¡Me secuestro! No solo a mi sino que también a mis hermanas.
¡Nos secuestraron a las tres!
Ese tema me alertaba más que el que era un mafioso despiadado que mataba gente a gusto y complacia.
Aunque me costaba creerlo pues, cada segundo conmigo y mis hermanas era un hombre atento, cariñoso y conmigo un coqueto inato que cada que podía me encendía las mejillas.
No podía sentir lo que sea que sentía por él, me negaba a eso.
Pero a veces mi cuerpo reaccinaba por si solo y me estremecía, mi cabeza empezó a jugar con mi mente trayendo cada noche sueños húmedos dónde é