Cuando Axel llego al lugar de reunión que era una vieja estación de gasolina entro y se pidió un café en el autoservicio, antes de que se lo entregaran Leo llego, vestido de traje negro y corbata, el chico también se pidió un café y se sentó frente a su hermano.
Axel le clavo la mirada con la boca abierta, nunca lo había visto vestido de esa manera, pero no quiso preguntar el motivo de por qué lo había hecho.— Hola Leandro. — Dijo Axel mientras estiraba los brazos para abrasarlo.
— Hola tratemos de evitar el contacto físico. — Respondió Leo de forma muy fría mientras le quitaba las manos de encima.— Está bien. — Axel estuvo un rato en silencio pensando en que decir, pero no se le ocurría nada hasta que su hermano dijo.— Así que el destino nos hizo encontrarnos en este peque&nti