Observé el arma que sostenía Blair en su mano, indecisa y temerosa, pero sintiendo algo de curiosidad en mi ser. No sé cómo demonios debo sostener un arma de fuego, aun así, lo intentaré, todo sea para protegerme y proteger la vida de mi esposo. Sé que él no me enredó en esta vida adrede ni por gusto, más es justo y necesario aprender a defenderme, más cuando existen personas que quieren hacernos daño. No permitiré que destruyan nuestras vidas.

Sostuve el arma por el mango con temor a que alguna bala saliera disparada de esta, pero pronto me di cuenta de que tenía el seguro puesto. Desconozco de armas y no tengo ni la menor idea de cuánto pueda valer un arma de fuego, pero el arma de Blair emana presencia femenina por donde se mire. Se nota a simple vista lo costosa que es.

Acaricié un costado del arma, observando el chapado de brillos en plata y oro y sintiendo bajo la yema de mis dedos el hermoso grabado de flores que la cubre por completo. Tiene algunos diamantes incrustados, dánd