Ruby notó que su hermana había llegado un poco más tarde de lo habitual. Los últimos días habían sido así, y la curiosidad la llevó a preguntarle: —¿Te ha traído Adriel otra vez? Andrea asintió, sonriendo. —Sí, pasó por mí a la preparatoria. Pero antes de venir, nos detuvimos en el parque y estuvimos hablando un rato. Ruby sonrió, sintiéndose aliviada de que su hermana tuviera un amigo en quien confiar. —Andrea, sabes que no tengo ningún inconveniente en que tengas una amistad con el amigo de mi esposo. Pero no quiero que, de pronto, te sientas confundida o… Andrea comenzó a reírse en ese momento. —Hermana, no te imagines nada de eso. No pienses mal. Solo veo a Adriel como un amigo. Es una buena persona y eso es todo. Ruby suspiró, sintiendo un leve alivio. —Bueno, no estoy pensando mal de ustedes. De hecho, Adriel es una persona bastante sincera y buena. Es evidente que se preocupa por ti porque te aprecia y te ve como una hermana pequeña… Aun así… —Lo sé, hermana
Cuando Leandro llegó a casa, su hermana Míriam lo vio desde la sala y se alarmó al notar su estado. Se acercó rápidamente y le preguntó: —¿Qué te ha pasado, hermano? Leandro, frustrado, se dejó caer en el sofá y comenzó a desahogarse. —No sé, unos idiotas en un bar comenzaron a molestarme y todo terminó en una pelea. Todo esto es culpa de ese maldito bastardo de nuestro hermano. Míriam, un poco confundida, quiso saber más. —¿Sung-Hoon hizo que te molestaran? Leandro, con rabia, respondió: —¡Se burlan de mí porque mi padre decidió heredar todo a un bastardo y no a su propio hijo! Es tan ridículo. Míriam resopló y puso los ojos en blanco. —No tienes razón, hermano. Por ese idiota estamos pasándola tan mal. Se ha quedado con todo lo que nos pertenece. No me interesa si nuestro padre se lo dejó; es una injusticia y un robo. Leandro sintió que la frustración de su hermana resonaba con la suya. La injusticia de la situación lo consumía, y la pelea en el bar solo había si
Esa mañana, Constanza estaba decidida a hacer lo que fuera necesario para perjudicar a su sobrina, Ruby. No le importaba nada más que sacar algún provecho de la situación, especialmente ahora que estaba atravesando una etapa de dificultades económicas en la que apenas tenía para comer. Constanza había logrado obtener la dirección de la compañía de Sung-Hoon Dankworth, el esposo de Ruby. Al llegar, su rostro se iluminó con sorpresa al observar las instalaciones lujosas que la rodeaban, un mundo que parecía de ensueño. "Sung-Hoon Dankworth es aún más poderoso de lo que imaginaba", pensó. Con esa idea en mente, decidió que chantajear a ese hombre sería la mejor manera de obtener dinero rápidamente. Con una sonrisa calculada, se acercó a la recepción.-Buenos días. Probablemente no me has visto por aquí, pero he venido por una situación muy importante y necesito hablar con Sung-Hoon Dankworth. La recepcionista, visiblemente desconcertada, respondió con cortesía: -Buenos días, señora. L
Al abrir la puerta, se encontró con Sung-Hoon todavía sentado en su escritorio, revisando algunos documentos. Su expresión era de desprecio, pero Constanza no iba a permitir que eso la intimidara.-¡Sung-Hoon! -exclamó, cerrando la puerta con fuerza detrás de ella-. No te puedes deshacer de mí tan fácilmente. Estoy aquí para dejar las cosas claras.Sung-Hoon levantó la vista, su expresión se tornó en una mezcla de sorpresa y diversión.-¿Qué más tienes que decir, señora Constanza? Pensé que ya habíamos concluido esta conversación.-No me malinterpretes. Vine aquí porque sé que tienes mucho que perder, y no me iré sin hacerte ver que lo que estás haciendo es un error monumental -replicó, cruzando los brazos.Sung-Hoon se reclinó en su silla, observándola con una sonrisa que irritó aún más a Constanza.-¿Un error monumental? ¿Acaso crees que estoy en una relación falsa con Ruby? Estamos construyendo una vida juntos, y pronto seremos una familia.Constanza sonrió con desdén.-¿Familia? ¡
Ruby llegó al café con el corazón latiendo con fuerza. Al entrar, divisó a Constanza sentada en una mesa al fondo, con una expresión de satisfacción en su rostro. Se acercó lentamente, sintiendo la tensión en el aire.-Tía -saludó Ruby, tratando de mantener la calma, pero su voz temblaba ligeramente.-Hola, así que has venido -respondió Constanza, sonriendo de manera calculada-. Vayamos al grano. Ruby tomó asiento, observando a su tía con cautela.-¿Qué es lo que quieres de mí? -preguntó, sin rodeos -. Estoy cansada de la misma situación. Constanza se inclinó hacia adelante, su mirada fija en Ruby.-Quiero que entiendas que tengo el control de la situación. Sabes que puedo arruinar tu vida y la de tu esposo si lo deseo -advirtió, disfrutando del poder que tenía -. No has querido hacer justicia por tus padres, estas son las consecuencias. Ruby tragó saliva, sintiendo la presión sobre sus hombros.-No tienes que hacer esto, tía. Podemos encontrar otra manera de resolverlo -imploró, t
-La he puesto en su lugar -continuó él-. Le dejé claro que no permitiré que me amenace. Pero creí que debías saberlo.Ruby bajó la mirada, avergonzada por la actitud de su tía. -Lo siento mucho. Mi tía hace cosas tan cuestionables. No sé por qué se comporta así -soltó, sintiéndose impotente.Sung-Hoon tomó su mano con cariño, buscando consolarla.-No tienes la culpa de sus acciones, Ruby. Lo que importa es que estamos juntos y que nuestra relación es real. No dejes que su veneno te afecte.Ella lo miró a los ojos, sintiendo un rayo de esperanza en medio de la tormenta.-Gracias por ser tan comprensivo.Sung-Hoon apretó su mano, transmitiéndole confianza.-Solo tienes que recordar que estamos en esto juntos. Así que no tienes que preocuparte. Ruby sonrió débilmente, sintiéndose agradecida por su amor y apoyo. Sin embargo, la preocupación por su tía seguía presente en su mente.-¿Y qué planeas hacer ahora? -preguntó, un poco ansiosa.-Lo más importante es mantener las cosas en calma.
Margarita lo miró fijamente, su expresión se tornó más seria.-Hijo, ¿estás seguro de que esto es lo correcto? Esa mujer parece muy interesada en la vida de Ruby y su hermana. Me preocupa que estés permitiendo que alguien ajeno se infiltre en tu familia.Sung-Hoon frunció el ceño, sintiendo que su madre no comprendía la situación.-Mamá, no se trata de que me esté aprovechando de la situación. Andrea es la hermana de Ruby, y creo que es importante que esté con nosotros en este momento, especialmente dado lo que han enfrentado.Margarita lo interrumpió, levantando la voz ligeramente.-Pero, ¿tienes el derecho de ocuparte de la vida de su hermana? No deberías estar involucrado en asuntos familiares que no son los tuyos.Sung-Hoon sintió que la frustración comenzaba a aflorar.-Mamá, no estoy tratando de ser un intruso. Solo quiero proteger a Ruby y a Andrea. Ellas han pasado por mucho, y necesitan apoyo familiar. Si no lo hago yo, ¿quién lo hará?Margarita lo miró con inquietud. -No qu
Durante el trayecto de regreso a casa, Ruby sintió una oleada de emoción y decidió llamar a su hermana, Andrea, para compartir la gran noticia. Con el teléfono en mano, su voz vibraba de felicidad.—¡Andrea! ¡Tienes que escuchar esto! ¡Vamos a tener una niña! —anunció Ruby, sintiendo que su corazón saltaba de alegría.La reacción de Andrea fue inmediata.—¡No puedo creerlo! ¡Va a ser una niña! —exclamó, su voz llena de entusiasmo—. Gracias por avisarme. ¡Adiós!Ruby se quedó un momento confundida, sintiéndose un poco desconcertada por la rapidez con la que Andrea colgó la llamada. “¿Por qué se despidió tan pronto?” pensó, pero decidió no darle más importancia. Estaba demasiado emocionada por el bebé.Mientras tanto, en la casa de Andrea, ella le comentó la noticia a Marie, quien se tapó la boca por la sorpresa. —¡Ruby va a tener una niña! —informó Andrea, saltando de alegría.—¡Eso es increíble! —respondió Marie, aplaudiendo—. ¡Deberíamos hornear un pastel para celebrar!Andrea sonr