José Ignacio Narra

No he podido sacar de mi cabeza la imagen de Camila arrinconada por Juan Pablo quien la besaba con sed de poseerla y la manera en que la recorría con sus manos si hubiera podido la habría tomado ahí mismo. Parecían una pareja apasionada, pero los ojos de Camila lucían tristes y con el dolor con que lloraba. Ella tiene un dolor muy grande lo siento, debo ayudarla.

Me levanté y llamé a un amigo para que me ayude. Esto no puedo hacerlo solo. Marco el número de Daniel…

-Hola. ¿Sabes la hora qué es?

-Lo siento es que necesito tu ayuda y no podía esperar hasta mañana.

-Ya es lunes si no te das cuenta, son las 2 de la mañana, espero que realmente sea importante…

-Lo es Daniel requiero de tus conocimientos y de tus amistades, pero esto debe quedar entre nosotros.

-Ya basta de tanto bla, bla, dime ¿qué pasa?

-Necesito que investigues a alguien por mí. Se llama Juan Pablo Cuadra Suarez y quiero lo vigilen y me digan todo lo que hace. Además de una joven llamada Camila Andrea