Me siento estúpida por no dejar de llorar, pero es inevitable, es algo que no puedo controlar. Me siento completamente indefensa, todos lo saben y me aterra lo que pueda pasar de ahora en adelante. Las miradas, las palabras de aliento, no quiero eso, no lo quiero.
Odio a Carol, odio que todos lo sepan, odio tener está enfermedad, odio ser yo.
No sé cuánto tiempo llevo encerrada en mí habitación llorando, creo que mucho ya que desde hace minutos escucho como Hanna y Zoe intentan convencerme en abrir la puerta para dejarlas pasar.
—H, por favor—escucho nuevamente a Hanna.
Aprieto con mucha más fuerza mí almohada reprimiendo un grito, repito una y otra vez el momento donde todos me miraban, en mí mente, la mirada confusa y decepcionada de Aaron y la sonrisa de superioridad de Carol en su rostro. Las lágrimas siguen rodando por mis mejillas, no encuentro mí voz para hablar.
No puedo ayudarlo. No puedo ni lo haré, Aaron necesita hacerlo por su cuenta, sanar las heridas que no lo dejan seguir. Viniendo de mí es un poco hipócrita porque no me permito sanar y no puedo avanzar, estoy atada a tantas cosas, pero él puede hacerlo, puede seguir, tiene toda una vida por delante. Por favor no la desperdicies. Sanar esas cosas que no hablas con nadie depende de ti solo, de nadie más. Permítete sanar cuando puedas después puede ser demasiado tarde. Me remuevo de un lado a otro en mí cama tratando de que el horrible malestar se vaya, respiro una y otras ves pero duele, duele mucho. No lo soporto más y me siento en la cama, llevo una mano hasta mí pecho y solo lo toco levemente, otra punzada de dolor aparece, mí espalda duele al igual o peor que mí pecho. No puedo más y comienzo a llorar de dolor. Siento como me falta el aire y como no llega a mis pulmones. Me pongo de pie y caminó de lado a lado en mí habitación, me di
Tres días y dos noches más pasé en el hospital, todo fue tenso desde esa platica con Heidi y aunque el principio no entendí el porqué después lo hice. Ella no estaba preparada para decirlo aún, temía que yo pudiera decirle algo a papá, cosa que yo no haría, eso le corresponde solo ha ella y se lo dirá hasta que ella lo crea prudente y correcto.Mis hermanas han sido un dolor de cabeza estos días y lo digo de buena forma, sofocantes, esa es la palabra con la que las describiría. No he podido estar sola en ningún momento. Totalmente sofocantes.He pensado en nada y en todo en este tiempo, estar acostada todo el día en una camilla de hospital sin poder moverte es algo fastidioso. Se lo que está pasando, pero no estoy segura si lo estoy aceptándolo . Mi mente ha sido totalmente traicionera en estos días, reproduce y revive momentos con mis hermanas,
Después de ese día todo cambio o mejor dicho yo cambie, la Harper que huía de sus amigos solo para evitar tener que hablar con ellos creo que se fue, yo decidí que se fuera porque sinceramente estaba siendo un completo estorbo. No ha pasado mucho, sigo siendo la misma persona mamá, pero ahora un poco mejor.Cuando termino de escribir la última palabra en un pedazo de papel que encontré tirado a un lado de la basura, tomo una respiración amplia y cierro los ojos, he hecho esto muy pocas veces, pero hoy en día escribo pequeños fragmentos de lo que le contaría a mi madre si estuviera con vida. No se porque lo hago, pero no puedo evitar hacerlo.—¡Hey!—levanto la mirada al escuchar la voz de Aaron.—Hola —lo saludo cuando llega a mi lado—¿Qué haces aquí?—le pregunto.—Hora libre—me responde —¿Y tu
01 de octubre del 2017.—Este mes es el mejor del año—dice Cameron. Solo para molestarlo lo contradigo.—Diciembre es el mejor mes del año—digo e inmediatamente la mirada de Cameron cae en mi fulminándome.Estamos en el parque que queda a unas cuantas cuadras de la casa de Cameron, donde todos decidimos pasar nuestro sábado viendo un maratón de películas de terror.—Es octubre Harper, nadie lo puede negar—dice otra vez Cameron.Ruedo los ojos por su terquedad.—A mi me gusta Diciembre—me apoya Aaron quien está a mi lado ganándose una mirada de pocos amigos por parte de Cameron.—¡Claro, apóyala a ella! —grita exagerado y todos reímos. Cameron gruñe.—Pequeños traidores —vuelve a decir.Siento como Aaron pasa su brazo por encima de mis hombros y me acerca m&aacut
AaronEn toda mi vida no he sabido que hacer en muchas ocasiones, despreocupado y reservado, la vida pasándole frente a sus ojos, es lo que la mayoría de las personas piensan de mi, mi familia, mis amigos, conocidos, todos.Pero ese día, no pude pensar en nada más, reaccione lo más rápido que pude e hice lo que me parecía correcto. Pocas cosas no voy a olvidar y entre ellas esta lo que sentí cuando Harper callo en mis brazos, también está la sensación de no saber que hacer hasta que Hanna reaccionó. Sentí confusión y muchas emociones más, pero sobre todo sentí miedo, miedo en no saber si volvería abrir los ojos, miedo en no saber si se había ido, si me había abandonado como todos lo hacen a su manera.Cuando despertó después de unos minutos pude volver a respirar con normalidad. Aún puedo volver a revivir ese m
03 de noviembre del 2017.—¡OFICIALMENTE TIENES 18 AÑOSSSSSS!—escucho el gran grito que pega Cameron al bajarme del auto.Doy un brinco cuando siento que me abraza de una extraña manera, levanto la mirada para ver a los demás que ruedan los ojos ante la acción de Cameron.—Ya suéltala—dice Jaden.Cameron reniega un poco pero al final me suelta. Mi mirada cae en los demás que me miran con una sonrisa, antes de lograr poder decir algo una persona corre hacia y me abraza. Hanna que esta a mi lado suelta un grito.—Feliz cumpleaños chica perdida— murmura James. Y justo ahora noto que mis pies no están tocando el suelo.—Gracias—le agradezco —Ahora suéltame—le digo y el ríe, pero me obedece.Una vez que mis pies vuelve a estar en el suelo comienzan las felicitaciones por parte de Nicole y Jaden. No he visto a Aaron.—No ha llegado—me susurra Cameron al oído sobresaltándome.—No se de que me hablas —le digo y me alejo de él.Después de un rato decidimos entrar por fin al colegio, nos separa
24 de noviembre del 2017.Tres semanas después…Podré decir que estas semanas han sido muy lluviosas, el cielo completamente nublado y más frío de lo normal. Me encantaba.Tres semanas en cama por orden de mi padre, no quiere que mueva ni un solo pelo, realmente es un poco estresante. Hanna y Zoe están encima de mi día y noche al igual que papá, solo me libero de él cuando Heidi viene a casa después de sus turnos, hace tiempo no voy al hospital, lo último que me hicieron ahí fueron simples estudios para ver si lo mejor era seguir con el tratamiento o dejarlo de una vez por todas. Y hoy papá y yo iremos por los resultados finales.Converse a mis hermanas para que no fueran fue un gran reto, muchas súplicas por parte mía y de papá y muchas negaciones por parte de ellas, al final aceptaron por que dije que si iban no les dirigía la palabra por dos meses, las dos se sintieron muy indignas por mi chantaje.Respecto a papá se que solo les dijo que no fueran para evitarles el mal rato, el sa
Papá estaciona en frente de casa, al otro lado de la calle puedo ver el auto de Aaron estacionado. Suelto un suspiro pesado.Veo como papá me mira de reojo.—No sabía que Aaron estaría aquí—me dice.—Dijo que vendría—le respondo algo distraída.—¿Se lo dijiste?—pregunta algo curioso.—Si, en el hospital—digo. Veo como la curiosidad de su rostro aumenta.—Me llamo y se lo conté.El asiente disimuladamente como si entendiera. Después de unos cinco minutos en completo silencio bajamos del auto y antes de entrar a casa me detengo junto a papá a mi lado. Él pasa su brazo por encima de mis hombros atrayéndome hacia él.—Estoy aquí cariño, no estas sola—dice y besa mi cien. Suspiro y asiento con la cabeza.Volvemos a caminar hasta la puerta de casa, pongo mi mano en el llavín y abro la puerta. Entramos a la sala y lo primero que miro es a Zoe sentada de piernas cruzadas en el mueble, estoy apuntó de preguntar por Hanna y a Aaron, pero unas voces me interrumpen. Hanna y Aaron sale de la coci