-Cía… Jamas pensé que veria a Vlada de esa manera- Susurre a lo que ella asintió cabizbaja.
-Lo se. Es como si su brillo se hubiera esfumado, paso por algo muy complicado, que aunque quiera entenderla y ponerme en su lugar… me es imposible, ella sola vivio eso.
Asenti intentando entender.
- ¿Y no hay nada que se pueda hacer para que este mejor? - Pregunte mientras miraba el techo de la casa del árbol.
Cia se encogio de hombros.
-No se, supongo que ahora mismo solo hay que apoyarla y ayudarla en lo que podamos, vos ya hiciste mucho al lograr que coma algo.
La mire dedicándole una pequeña sonrisa de costado.
-Si necesitas que haga algo más me podes decir.
-Gracias… ¿Cuándo le vas a decir a tus papas lo de Cielo?
-Supongo que hoy o mañana – suspire, sabiendo la gran charla que tendría con ellos.
-Ey tranquilo, seguro no es tan grave.
-Eso espero… Quizas vaya ahora y les digo.
-¿Queres que te acompañe?
-No Cici, esto es algo que tengo que hacer solo, es mi responsabilidad- Dije abrazándo