Esa noche Ashraf volvió al hospital y los días siguientes lo hizo para observar al guerrero de Iskander luchando por su vida. Cada noche pedía por el y cada día sentía que lo amaba mas, había un lazo invisible que lo unía a el.
Por fin llego el gran día que su bebe iba a ser dado de alta y Hana despertó muy feliz, estaba terminándose de arreglar cuando Ashraf apareció por su cuarto ya vestido para llevarla. Pero Hana categórica se negó
- Mi padre me llevara.
No quería discutir con ella ni imponerle nada, era su momento feliz asi que concedió:
- Esta bien, pero si necesitan algo, por favor llamarme.
Ella no respondió y el salió de la habitación sintiéndose el peor de los hombres.