Eren se excuso después que cenaron para irse a su cuarto aduciendo que llamaría a Demi.
La realidad es que estaba haciendo tiempo para que Cristhofer se fuera.
Verlo y saber que el jamás seria para ella era una tortura que ya no deseaba prolongar.
Se sento en la cama y prendió la televisión para ver si podía distraerse, pero solo saber que Cristhofer estaba abajo la llenaba de inquietud.
No paso mucho tiempo cuando la puerta se abrió y se quedo atónita al ver a Cristhofer penetrar en la habitación.
Tenía cara de molesto, y eso solo provoco el enfado de ella,.
Porque para ella eran las malas caras mientras que para las otras mujeres, eran los besos, las caricias. ¡Como lo odiaba!.
Se puso de pie para confrontarlo.
- Cristhofer no te enseñaron buenos modales, no se entra así a una habitación sin tocar.
- Me importa un comino las normas de cortesía.- dijo con prepotencia y enojo.
Eren respiro profundo para tratar de mantener la calma.
- ¿Que quieres?
- Porque no me llamaste para avisarme