Mis legos estaban regados por toda la habitación, mientras yo seguía esforzándome por lograr imitar al Bumblebee que mostraba la caja. Alanna entró corriendo a la sala y lanzó su mochila de la escuela en el sofá, mientras volvía a salir corriendo.
-¡Entra! Yo vivo aquí.- Gritó.
¿A quién está invitando a entrar? ¿Qué no ve que estoy intentando hacer una súper obra maestra aquí?
-Oye, ¿Podrías recoger todo ese desorden? Te