Alex Black.
Habíamos escapado de las garras de Mcland de milagro, pero me sentía tan culpable por no conocer el paradero de mi hija. ¿Y si ese cabrón había vuelto a cazarla? Toro tenía razón, había líneas que era mejor no cruzar.
- Te lo dije – escuché a Grey a mis espaldas – Ese capullo se ha vuelto un corrupto. Ya no es el fénix inmortal... Toro fue el que nos traicionó. Le dijo a Mcland sobre nuestro paradero. Y para colmo nos mintió sobre las pruebas, el puto barco estaba limpio.
- ¿Tu contacto te ha dicho algo de Ambe