Parecía que no tenía mucho sentido de lo que sucediera a su alrededor, cuanto más así era Jubal, más Fane se sentía confundido acerca de él. ¿Acaso Jubal tenía algo diferente?

Casi siempre, antes de cada evaluación, se dedicaba el tiempo de quince minutos, para que todos los participantes estuvieran en calma. Este tiempo podía ser largo o corto.

Ni Xiomaro ni Cerauno había notado nada fuera de lo común. Desde que el maestro Duque anunció el tiempo de quince minutos para la competición, los dos cerraron los ojos para descansar y ya estaban en modo de preparación.

Sin embargo, Fane era diferente de esos dos. No necesitaba esa clase de preparación, su estado mental era el más calmado de todos desde el principio hasta el final. Al comienzo, los cinco de su lado estaban en silencio, pero después de un rato, el decano Domínguez ya no pudo contenerse.

Volvió la cabeza para mirar a Baldomero y, en voz baja, dijo:

—En realidad, nunca he creído que perderíamos esta competición. Después de todo,