24. No hay mal que dure cien años
NICOLE:
En estos tres días restantes antes de iniciar mi especialidad , he estado dedicando tiempo a procesar el dolor que dejó mi relación con Agustín.
Hoy, da inicio mi especialidad; me he presentado en el hospital donde realizaré mi residencia como ginecóloga de primer año. Al mismo tiempo, asistiré a la universidad, donde tendré clases una o dos veces por semana, según las necesidades que surjan.
Encontré un pequeño departamento muy cerca del hospital donde estaré trabajando. Lo mejor de esta situación es que me aceptaron junto a mi pequeño capuchino, quien sin duda ha sido mi mejor compañía.
Conversé con mi madre y le compartí mi triste experiencia. No hay mayor consuelo que tener a tu madre como tu mejor amiga; con su sabiduría, supo entenderme y, al mismo tiempo, felicitarme por haber elegido seguir mi sueño y no rendirme, a pesar de tener el corazón roto.
Con entusiasmo, llego al hospital donde pasaré los próximos tres años en mi camino hacia convertirme en una desta