Cumplida las tres semanas de luna de miel, Daniels y Melisa tomaron el vuelo de regreso a Estados Unidos para iniciar así su vida formal de casados.
El vuelo despego sin mayores problemas y Melisa miro por la ventanilla sintiendo melancolía, pues estos días habían sido los más felices de toda su vida, y todo se lo debía a Daniels, el hombre que amaba con todo su corazón.
- Te amo- le reitero ella una vez y el se deleito en sus hermoso ojos color miel y en su boca que no se cansaba de besar.
- Demuestramelo- le dijo al oído y ella lo miro sorprendida al notar el deseo en sus ojos grises.
- Como- pregunto con timidez.
- Adelantate al baño y yo te alcanzo allá.
- ¡Daniels!- lo reprendió pero el volvió a besarla y ella quedo sin fuerzas para negarse a ese deseo que ambos necesitaban.
Le dio un corto besito y luego hizo tal como le dijo.
Daniels espero un rato y luego se levanto y le siguió.
Tan pronto el penetro en el cubículo del baño la tomo es sus brazos y la beso apasionadamen