Entraron en su casa y Melisa no pudo evitar sentirse muy nerviosa y quiso marcar distancia pues no entendía nada de lo que sucedía, élhabía dicho que la necesitaba, pero si solo era algo físico, no lo aceptaría, porque ella también lo necesitaba pero su condición era su corazón y si él no estaba dispuesto a dárselo, por más encantador y amoroso que se comportara ella no iba a claudicar. Era todo o nada.
— Quieres algo de tomar, jugo, refresco, café- le pregunto tratando de ganar tiempo.