Entran a su cuarto y Melisa nota a Daniels muy serio, pero también desencajado, realmente lo ha pasado mal, antes y ahora, realmente se asustó por ella. Lo siente más cerca que nunca.
— Ve a darte un baño y cambiarte de ropa, no quiero que te resfríes- le indica en tono dulce
Melisa le hace caso y se mete en la ducha, dejando que el agua fría calme toda la tensión experimentada.