— ¿Cuál era el destino de la mujer que atendió antes de venir aquí? – preguntó Derek a la asustadiza mujer.
Derek se había colado al baño de mujeres para seguir a la empleada que vendió los pasajes a Rosella. Ella había sido su último cliente antes que mandará al siguiente pasajero de la fila con uno de sus compañeros y ella saliera corriendo a los sanitarios.
— No sé de qué habla – respondió la mujer con voz temblorosa. La presencia de un hombre alto y de raza negra en los baños de mujeres parecía algo que ella no podía asimilar.
— Se lo pediré una vez más – dijo Derek sin apartarse de la salida – Dígame cual era el destino de la última mujer a la que atendió, o le meteré esta cosa por el culo – Derek sostenía en su mano una máquina qu