«Las noches se vuelven oscuras cuando no pienso en ti
Creí que era porque eras la luz
Pero yo soy la luz
Tú eres la linterna que me acompaña»
«Qué patético»—pensó—. «Ni si quiera rima»
Arrancó la hoja de la libreta y la arrugó hasta formar una bola para así botarla a la basura. Era viernes por la noche y lo único que hacía era lamentarse, toda su papelera estaba llena de papeles y no sabía qué hacer.