Grillo
¡¡¡Chispas, fuegos artificiales, morteros, bazucas, bombas y el puto incendio forestal de los cojones más grande que haya habido!!!
Quiero gritarlo pero mi hijo que es un angelito está a mi lado en el auto y no puedo darle un mal ejemplo, suficiente con lo que estoy a punto de hacerle ver.
Después de media hora de sortear el tráfico, llegamos a uno de los edificios más altos de la ciudad. Me meto al estacionamiento subterráneo y Santi se sorprende cuando lo ve vacío.
—¿Somos los primeros en llegar o te perdiste? —pregunta con inq